El cromatismo, el sampler y otras maravillas del legado de Stevie Wonder que no conocías

Es innegable el legado de Stevie Wonder dentro de la industria musical, su discografía con más de 30 proyectos y 25 Grammys ganados a lo largo de su carrera hablan por sí solos. Sin embargo, más allá de sus creaciones, la verdadera magia de este genio recae en el hecho de siempre ver más allá de todas las limitaciones que se puedan presentar para encontrar un sinfín de nuevas posibilidades.

Precisamente fue ese sexto sentido el que lo llevó a darle la vuelta a todas sus composiciones para romper con los paradigmas establecidos y diferenciarse del resto. Un claro ejemplo de ello lo podemos ver en primer verso de su canción Sir Duke, donde toma una estructura musical popular para la época conocida como el Doo-Wop y le añade un acorde distinto para generar un pequeño instante de cromatismo, el cual consolida el estilo de la armonía que con los años lo convertiría en una leyenda.

Stevie Wonder utilizó el sampler para componer algunos de sus mas grandes éxitos en los 80s

Otro aporte de Stevie que solemos pasar por alto es su aporte en la popularización del sampler, pues él se atrevió a confiar en la compañía E-mu Systems de Dave Rossum, quienes buscaban construir un instrumento de funciones similares a las del existente Fairlight pero con un costo mucho menor y usando un esquema de memoria más práctico, para crear una serie de sintetizadores modulares de gran calidad que facilitaran la producción musical a las personas de cualquier estrato social.

Casualmente Wonder asistió a la primera feria donde fue presentado el Emulador de Rossum y quedó tan maravillado con su presentación que encargó el primer modelo destinado a la venta. Con el respaldo de una figura tan prominente en la industria, la masificación de la tecnología del sampler se propagó a lo largo del mundo, dando paso a todo el desarrollo y los dispositivos impresionantes que conocemos hoy en día.