La revista británica Nature Communications publicó recientemente el trabajo de un grupo de científicos de Australia y el Reino Unido, quienes utilizaron el sonido para contrarrestar una de las consecuencias más atroces del cambio climático: El blanqueo masivo de los corales.
El ensayo, que se titula El enriquecimiento acústico puede ayudar al desarrollo de comunidades de peces en los arrecifes de corales deteriorados, parte de la premisa básica de atraer peces jóvenes a estos corales para restaurarlos y devolverle la vitalidad que los caracteriza, utilizando un sistema de altavoces que funcionan en el fondo del océano.
El experimento, que se llevó a cabo en la afectada Gran Barrera de Coral, en Australia, consiste en reproducir sonidos grabados en ecosistemas de corales saludables a través de estos altavoces subacuáticos. Según Steve Simpson, uno de los autores principales del estudio: “Los arrecifes de coral saludables son lugares notablemente ruidosos” refiriéndose a los chillidos y gruñidos que emiten los peces cuando se combinan para formar un deslumbrante paisaje sonoro biológico.
A lo largo de seis semanas, este estudio arrojó que el número de visitas de peces en los arrecifes donde se reproducían los sonidos «saludables» fue un 50% mayor que en los que no se reprodujo ningún sonido. Y a pesar que la reintroducción de peces en un arrecife de coral no es suficiente para regenerar completamente su ecosistema, es un factor que ayuda significativamente a su recuperación en un principio, pues los peces limpian el lugar y crean espacios para la reproducción del coral.
Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, y existan otras amenazas que deben ser atendidas, este descubrimiento representa un avance sumamente importante para todos los arrecifes del mundo, así como también se suma a los beneficios del sonido dentro de nuestras vidas.